'Creo en el poder de una cadena de amor' recita a modo de mantra vital Johanna Mejía, diseñadora de joyas colombiana que dejó su carrera como broker en Bogotá para luchar por su sueño creativo en Austria. Allí, tras estudiar varios años y formarse para ello, fundó Amalena, una firma de joyas realizadas en oro ecológico, ético y responsable a la que pertenecen éstos originales pendientes Triana con forma de hoja de la planta tradicional colombiana Cattleya Trianae con unos volúmenes inspirados en la fertilidad del paisaje de Nariño.
A lo que ésta joven emprendedora se refiere cuando habla de 'cadena de amor' es al amor por el medio ambiente, por el ser humano y por el trabajo artesanal. Se refiere a crear un engranaje de buenas energías en el que todo el mundo se sienta feliz. Y es que su firma sólo trabaja con el metal precioso que extrae una comunidad minera aislada y remota de Colombia donde se respeta
n los derechos universales de los trabajadores y se fomenta la economía local. Además, las piezas las ejecuta la cooperativa de orfebres y artesanos de ese mismo lugar principalmente compuesta por mujeres.
De este modo, entre místicas montañas y espacios salvajes, nace ese eslabón de oro que rinde tributo a nuestra esencia y a una de las fuerzas que mueven el universo. Unas piezas que han participado en Berlin Fashion Week y que prometen conquistar los joyeros más eco-conscious.
Fuente: Revista Vogue
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