Doney Ramírez, el colombiano que permaneció más de 270 días sobre una grúa en Madrid, ahora duerme de nuevo en su casa, al lado de su mujer y sus tres hijos.
Ramírez, pereirano de 35 años, había decidido protestar por una ley de suspensión de pagos en España, que permitió a la empresa Ploder Uicesa dejar de cumplir con los compromisos contraídos con Jigar S.A, la firma de construcción para la que él trabaja.
Ploder subcontrató a Jigar para construir las estructuras de un parqueadero subterráneo y una casa cultural en Pozuelo de Alarcón, una localidad de las afueras de Madrid.
Desde finales del 2009 dejó de pagar y en febrero del 2010 dos obreros se subieron a la grúa de la obra para reclamar los 150 mil euros (cerca de 380 millones de pesos) que Podler debía.
Un mes después Ramírez se unió, y, aunque los primeros abandonaron la protesta tiempo después por motivos familiares, este colombiano permaneció allí hasta este jueves por la noche.
"No lo hice por dinero, porque nunca he dejado de recibir mi sueldo, sino por reclamar nuestros derechos y mostrar la desigualdad que existe en España", dijo a EL TIEMPO Ramírez.
"Mientras mi jefe se gasta los ahorros para pagarnos, los dueños de Podler Uicesa dejan de abonar sus deudas, pese a que se encuentran entre los más ricos de este país".
Ramírez desistió de la protesta cuando vio que no conseguía su objetivo. "Podría haber permanecido allí diez años y nada habría pasado", asegura.
"Ni el alcalde de Pozuelo, ni la presidenta de la Comunidad, ni las otras empresas que están en la misma situación nos prestaron atención", reclama.
Además alega que la mayoría de los medios de comunicación se limitaron a contar la parte anecdótica de su estancia a 40 metros de altura, sin ahondar en la situación de la empresa deudora.
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