domingo, 25 de noviembre de 2012

Alfonso Ussía: "Colombia es una nación injustamente desprestigiada"

Acostumbrados como estamos a que de Colombia se denigre en todas partes y a que se nos meta a todos los colombianos en el mismo saco, no deja de maravillarnos que alguien pueda escribir bien de Colombia. Que lo haga desde el extranjero y que sea él mismo, extranjero. El es Alfonso Ussía, que escribió en sus columnas de opinión del periódico español OPINION (2010) y del diario LA RAZON (2011), dos interesantes artículos, en los cuales destaca lo bueno de Colombia que es mucho más y lo sola que está en la lucha contra la guerrilla y el flagelo del narcotráfico.

"Me confieso un enamorado de Colombia. No se habla mejor español en el mundo. Y no es preciso acudir a un colombiano de la clase alta y mejor cultivada para oír la belleza de su lenguaje El dominio y el donaire de la palabra están en todos sus habitantes. Colombia es una nación grande y rica, con dos tragedias que nunca terminan, el narcotráfico y sus dos (2) variantes o expresiones armadas: las Bacrim (bandas criminales), secuelas de las antiguas AUC (grupos paramilitares o de "autodefensa) y los grupos guerrilleros (FARC y ELN).
Quizás la tragedia sea sólo una con dos caras diferentes de muerte y ruina. Sin la guerrilla no existirían otras bandas y fuerzas paramilitares que enredan aún más el drama.
Colombia es una nación injustamente desprestigiada. Cierto es que la inmensa red del narcotráfico usa a decenas de miles de inmigrantes naturales para extender el terrible negocio de la droga. Pero otras decenas de miles de colombianos, que nada tienen que ver con las grandes empresas de la muerte, son tratados y recibidos como si fueran delincuentes.


Colombia, que es una de las naciones más acogedoras, hospitalarias y cultas de América, es un país que ha asumido su soledad. Me pregunto –y me respondo- si todo el esfuerzo económico y humano que se ha empleado en Irak no hubiese tenido más justificación en Colombia,Colombia no se merece sufrir lo que está padeciendo.
La guerrilla que así misma se autodenomina "revolucionaria" (?), las llamadas FARC, ese ejército comandado por "virtuosos asesinos", ocupa una buena parte de su territorio. El gobierno del Presidente Juan Manuel Santos le ha asestado golpes muy fuertes a estos facinerosos, que a nombre de la "revolución" cada día agreden al pueblo colombiano, que no ha contado con el apoyo ni la solidaridad de los gobiernos de otras naciones, que observan impávidos como se masacra a la población impunemente. Pero nadie en el mundo occidental ha reaccionado !
Colombia no es tratada como una democracia más, sino como un sistema distinto. Está sola y hemos dejado solos a millones de colombianos pacíficos, honestos, y trabajadores. ¿Por qué contra Sadam Husein y no contra Cano y su ejército de criminales?.
Una considerable proporción de los llamados “guerrilleros” no saben ni para qué luchan. Un sistema perverso y estalinista los ha hecho presas de su crueldad y ha logrado desprestigiar una patria noble y ansiosa de llegar a la paz.
Cierto es que el nuevo mandatario de los colombianos, Juan Manuel Santos, ha querido abrir la puerta para un eventual diálogo con estos asesinos crueles, en aras de encontrar un cese a este conflicto interminable, pero la realidad es no hay diálogo posible con la arrogancia que deriva del fusil, el coche-bomba y el dinero de la cocaína. Los terroristas tienen que sentir que el Estado los va a derrotar,América Latina y el mundo deberían unir sus voces de rechazo a estos astutos y desalmados criminales que desangran a un país que ha resisitido con valentía y dignidad el embate del terrorismo más infame y cruel.
Son muchos los años que han transcurrido y el Estado colombiano no parece capacitado para terminar con el terrorismo, que allí no es grupo sino ejército, con un potencial extraordinario y el apoyo constante del gran negocio por el cual Colombia se ve desprestigiada,los países consumidores agachan la cabeza y señalan,cuando son ellos los culpables por ser quienes ponen los capitales y los consumidores.
¿Cuántos colombianos tienen que morir, además de las decenas de miles de ellos asesinados o caídos en la selva luchando contra los terroristas, para que el mundo occidental reaccione? ¿Acaso la existencia de esos ejércitos asesinos favorece intereses ocultos en los países más poderosos de la tierra?,las armas que se les vende a escondidas a estos desetabilizadores terroristas?,será ese uno de los motivos?
Colombia se muere porque se siente sola. Colombia emigra porque las circunstancias han hecho que allí la vida no se incluya en la relación de los derechos fundamentales. Por mucho que haga el Estado y por admirable que sea el coraje cívico de sus dirigentes, el camino para alcanzar la paz y la rendición del terrorismo se adivina largo y penoso.
A uno, personalmente le duele mucho más la tragedia de Colombia que la de Irak. Los colombianos son los nuestros, o mejor escrito, aún mejores que los nuestros. Si hay que actuar con la fuerza en algún lugar para lograr la paz, allí está Colombia,enhiesta y digna.
La bellísima nación de gente buena que nos da día tras día, una lección de valentía desde su soledad.Un país desprestigiado como el que más,pero hermoso,culto acogedor y valiente que no se merece la suerte que corre ni la mala fama que lleva en sus espaldas.Son muchas más las cosas lindas con que cuenta este bello país que por tener males tan endémicos sufre,esperamos verla levantando la cabeza y saliendo adelante.!!!ADELANTE COLOMBIA LEVÁNTATE Y SURGE COMO EL AVE FENIX PARA QUE LOS QUE NO SOMOS TUS HIJOS,PERO QUIENES TE AMAMOS Y TE RESPETAMOS, PODAMOS VERTE COMO LA GRAN PATRIA VALIENTE Y HERMOSA QUE ERES."

EN LA RAZON:
"Colombia es una gran nación. Sin duda, la más culta de nuestra vieja América. No se habla mejor español que en Colombia, y ese magisterio y precisión en la palabra no es tesoro exclusivo de las clases altas. En cualquier rincón colombiano un campesino puede moverse por el lenguaje del Siglo de Oro de la Literatura española. Colombia es el contrapunto civilizado y democrático de Venezuela, hoy deshabitada del sentido común. Y Colombia ha sido y es una nación incomprendida por la estúpida lejanía europea, con España inmersa en la estupidez. Claro, que aquí llevamos cuarenta años de terrorismo y todavía, en algúnos medios de comunicación británicos o norteamericanos se refieren a los criminales de la ETA como «revolucionarios vascos».
En Colombia pervive, cada día con menos fuerza, pero aún poderosísima, la banda más cruel y asesina del mundo. Las llamadas FARC, el narcoterrorismo en estado puro. Aquí, en España, muchos idiotas insisten en bautizar a sus salvajes componentes como «guerrilleros». La épica y el romanticismo de la guerrilla vistiendo a quienes no son otra cosa que repugnantes criminales. Es el triunfo de la perversión del lenguaje de las izquierdas europeas, que termina por contagiarse por la insistencia en la manipulación semántica.
La izquierda en España ve con muy buenos ojos a las FARC. No saben nada de ellas, ni les interesa, pero les sucede como en su postura con Israel y Hamás. Para la izquierda, tan poco evolucionada por su dogmatismo Leninista, las FARC representan lo mismo que los terroristas palestinos de Hamás, es decir, el viento de la liberalización. Y Colombia, un Estado de Derecho ejemplar y libre, apenas merece la comprensión de quienes han decidido, por iniciativa propia, que son los conocedores de bulas, los que determinan quién es el bueno y quién el malo, quiénes actúan con la razón y quiénes contra ella.

Se ha sabido que los criminales de las FARC han asesinado en la selva a cuatro de sus más antiguos rehenes. Cuatro secuestrados. Uno de ellos, con catorce años a sus espaldas de torturas y sufrimientos. Cuatro seres humanos que no han podido disfrutar y ver crecer a sus hijos, y que han vivido sometidos al capricho de los terroristas. Catorce años intentando mantener la esperanza para terminar con las manos atadas a la espalda y un disparo en la nuca. Así son «los guerrilleros románticos» de las FARC. El dolor, la cárcel verde, la libertad machacada de centenares de secuestrados por las FARC, apenas se consideran noticias de interés en Europa. Colombia ha combatido con una entereza admirable contra un ejército de asesinos que, amparados en un supuesto objetivo revolucionario, lleva décadas repartiendo el terror y la inhumanidad por todo el país. Han caído los principales monstruos, pero los asesinos organizados siempre tienen dispuesta la sucesión.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, elogió como héroe revolucionario al canalla de Marulanda «Tirofijo», el fundador y jefe de las FARC, cuando se supo que había pasado a mejor vida, o mejor escrito, a peor muerte, porque los homínidos sangrientos no pueden descansar de sus atrocidades si no es en compañía de las ratas.

Colombia es la nación, insisto, más culta de América. Está habitada por la buena educación, la cortesía y el trabajo. Todavía hay grandes lagunas que separan los niveles sociales, pero nada tiene que ver esta Colombia pujante del siglo XXI con la de principios del XX. Y Colombia, a pesar de todo ello, es una nación de gentes admirables que sienten cada día la insufrible indiferencia de la puta Europa."

1 comentario:

  1. Este artículo del señor Ussía ha debido ser escrito en los años 1999,2000 o 2001, pues habla de circunstancias de violencia que afortunamente se superaron en los dos gobiernos de Alvaro Uribe. El conflicto sigue, pero no es como se dice allí que la influencia y presencia de la guerrilla ocupa buena parte del territorio nacional. El artículo es bien intencionado pero carente de datos actualizados. Bien por los elogios a Colombia y los colombianos, merecidos desde luego.
    CARLOS AUGUSTO ROJAS C.
    Bogotá.

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